lunes, 20 de abril de 2009




Por el Peru
La Sazon de Gastón




De exportacion. Chef Gaston Acurio.


A comienzos de los años setentaun niño de pocos años solía meterse a la cocina para escapar de sus cuatro hermanas mayores y los galanes que venían a visitarlas. La cocinera le había tomado cariño y lo dejaba poner los ojos, y a veces meter la mano, en los guisos que preparaba. El niño se llamaba Gastón Acurio. El año 1987 Gastón Acurio fue a España, a seguir sus estudios de derecho en la Complutense, pero poco después dejo sus estudios y estuvo dos años en el Cordon Bleu y allí conoció a una muchacha francesa, de origen alemán, Astrid. Pero el éxito de Gastón Acurio no puede medirse en dinero, aunque es de justicia decir de él que su talento como empresario y promotor es equivalente al que despliega ante las ollas y los fogones. Su hazaña es social y cultural. En buena parte es culpa de Gastón Acurio que hoy los jóvenes peruanos de ambos sexos sueñen con ser chefs como antes soñaban con ser psicólogos, y antes economistas, y antes arquitectos. Ser cocinero se ha vuelto prestigioso, una vocación bendecida incluso por la frivolidad. Y por eso, pese a la crisis, en Lima se inauguran todo el tiempo nuevos restaurantes y las academias e institutos de alta cocina proliferan.

Por Mario Vargas Llosa.

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