"la justicia se acerca a la verdad"
Víctor Jara, cantautor chileno asesinado.
Después de casi 36 años de silencio, José Paredes confesó su participación. Con 18 años cumplía el servicio militar, integró el pelotón que acribilló con 44 disparos al autor de “El cigarrito” y “Manifiesto. La clave para acercase a los autores directos la tenían los ex conscriptos que fueron enviados a custodiar a los más de 5.000 partidarios del derrocado gobierno del presidente Salvador Allende detenidos en las graderías del Estadio Chile. Jara fue detenido al día siguiente del golpe militar junto con otros 600 estudiantes, recibió un tratamiento brutal en el estadio, un subteniente jugó a la ruleta rusa con un revólver en la sien del cantautor y le dio el primer disparo mortal en los subterráneos del estadio. Después ordenó a Paredes y otros conscriptos disparar al cuerpo para rematarlo. El cuerpo del fue arrojado después en la calle y su viuda, Joan Jara, lo pudo rescatar de la morgue entre cientos de víctimas. Albañil, jardinero y camarero de un restaurante en San Sebastián, un balneario a cien kilómetros de la capital, Paredes alegó que "yo sólo era un pelao nomás" cuando era trasladado a la cárcel de alta seguridad y pidió "buscar los altos mandos".